Existe un Nuevo Orden de Conciencia que ya está germinando en
una porción minoritaria de la humanidad. La tercera parte de los hombres ya
poseen el germen de la
Dorada Luz en forma consciente o incipientemente consciente.
Las religiones han aportado para que este Orden de Luz pueda ser adquirido. El
Sol Divino ha adoptado diversas formas arquetípicas al manifestarse en la Tierra en los precursores
de religiones y Avatares. Todos “ellos”, Cristos venidos a la materia con la
magnánima misión de ser Luz en un mundo en tinieblas.
El Padre Sol ha enviado de Su propia Fuente a estos Hijos
amados nacidos de su Esencia y Voluntad para encaminar a una Humanidad naciente
en los comienzos de la evolución durante las sucesivas razas. El PLAN ha
permitido también el descenso de Ángeles de Luz, seguidores y sostenedores de
las Alianzas entre el Cielo y la
Tierra generados por los principales Avatares de la Luz. Este Cuerpo Angélico de Luz ha permanecido
confinado en la materia por propia elección sosteniendo entre sus manos unidas la
Gran Antorcha de la Luz encendida con el Sacrificio Solar.
El Plan ha requerido del aporte de entidades solares, como fue dicho, para mantener viva la Llama de Amor, la Verdad y la Vida en el corazón de los
hombres, quienes en su mayoría, aún inconscientes de esta realidad, buscan
entre los escombros de la vanidad aquel Tesoro que jamás allí encontrarán. La Sagrada Llama ha
permanecido y permanece encendida…, sí, pero es percibida como “Paz” por
aquellos que han dispuesto sus corazones en la entrega a Dios, sin condiciones.
En la ENTREGA DEVOCIONAL a ‘Lo Supremo’ la Llama es percibida como
Fuente de Calor y Paz, Gozo y Dicha intraducibles al lenguaje humano.
Encontrar esa PAZ que es Presencia Divina y dejarla fluir
como manantial hacia el mundo lleno de sedientas almas, es la misión que espera
ser descubierta y ejercida por todos los hombres de buena voluntad alrededor
del planeta.
QUE ASÍ SEA
PAZ EN LOS CORAZONES